Los piratas de la Malasia (1896) es la cuarta de las novelas escritas por Emilio Salgari (Verona, 1862-Turín, 1911) y la tercera del conocido como “ciclo de los piratas de la Malasia” o “ciclo de Sandokán , que tanta fama como escritor de novelas de aventuras reportaría a su autor. El protagonista de todas ellas es Sandokán, príncipe de Borneo depuesto por los ingleses, cuya venganza consiste en hacerse pirata y convertirse en el principal azote de los buques de la corona británica en la zona, adquiriendo como nombre de guerra “El tigre de la Malasia”.
En esta entrega, Salgari hace coincidir el destino de Sandokán con el de Tremal Nalik, un personaje que ya aparecía en la novela anterior, Los misterios de la selva negra y a quien se encarga de rescatar tras haber sido hecho prisionero por James Brooke, el rajá colonialista de Sarawak y archienemigo de Sandokán, inspirado en un personaje real. De trasfondo, una historia romántica, la del bengalí Tremal con la inglesa Ada, que hace recordar al feroz pirata sus propios y desgraciados amores con Mariana, casualmente prima de ésta. Una historia llena de peligros, combates, envenenamientos y romance t eniendo como telón de fondo al intrigante y exótico el mar de la China meridional, donde la piratería era una práctica antigua y común entre los pueblos que la habitaban, especialmente entre los “illanum” famosos por su ferocidad y contra los cuales James Brooke, uno de los personajes de la novela, libró una famosa batalla en 1862.
Dato curioso y que ejemplifica la poderosa imaginación que caracteriza la obra de Emilio Salgari, es que a pesar de las prolíficas descripciones que hace de la geografía, naturaleza y costumbres de la región, éstas provienen fundamentalmente de otras fuentes literarias ya que el escritor, quien también fue marino pero no capitán como solía decir, nunca navegó por esos mares y ni siquiera viajó fuera de Italia en toda su vida.